Queridos en la Fe del Señor:
El día 10 de febrero (miércoles de ceniza), los cristianos comenzamos la celebración de la cuaresma, que nos conduce un año más a rememorar y celebrar una Semana Santa.
De nuevo el Señor nos invita a prepararnos para vivir desde la perspectiva de la Misericordia una semana donde de nuevo las calles volverán a llenarse de fieles, costaleros, y turistas mezclados con lugareños que vitorearán a las imágenes de sus barrios o de su hermandades.
Esas imágenes que están presentes todo el año en sus parroquias aguardando que los fieles pasemos a verlas, orar a sus pies y pedirles por nuestras intenciones, pero esos ya somos menos, hay menos aglomeraciones.
El Papa Francisco nos invita a que vivamos una cuaresma intimista, que le ofrezcamos al Padre un ayuno especial, utilizando la Misericordia para con los hermanos, y para ello nos invita a vivir «Una Fe que salga a la calle», a proclamar el mensaje de amor, a predicar desde nuestro corazón, y sobre todo a dar a los hermanos necesitados nuestro apoyo, consuelo y ayuda.
Esa es la verdadera Misericordia que nos invita el Santo Padre a practicar, un amor generoso, desprendido, sin límites. Seamos atrevidos, hagamos de nuestras vidas ejemplo para las nuevas generaciones que necesitan de referentes para imitar, y mostremos los verdaderos valores que les puedan servir como referencia en sus vidas.
Vivamos la cuaresma renovando nuestras convicciones cristianas, y los compañeros de ECAS, tenemos una magnifica oportunidad de acercarnos al Señor a través de alguna de las tandas de ejercicios espirituales que ya se han comenzado a celebrar, y que son la herramienta más apropiada para acercarnos al Padre. Bebamos de su fuente de amor, y recarguemos esas baterías que nos fortalecerán espiritualmente y nos ayudarán a crecer interiormente.
El Santo Padre nos invita a los cristianos para que salgamos a la calle a manifestar nuestro amor al Padre a través de gestos con nuestros hermanos. Vivamos la Cuaresma desde el recogimiento, pero con sacrificios que agraden al Señor, orando y dando amor a los que nos rodean.
Otra forma de vivir la Misericordia del Señor es acercándonos a algunos de los templos donde se celebra el Jubileo en nuestra Capital y Provincia. Son oportunidades que nos brinda el Santo Padre para que los cristianos pidamos perdón al Señor y el nos reconforte con su gracia.
Mi grupo del lunes ya hemos iniciado el periplo Jubilar por la Catedral, y tenemos previsto a lo largo de este 2016 asistir a todas las Parroquias que podamos en la Capital y Provincia donde se celebra el año Jubilar. Os invito al resto de grupos a compartir esta experiencia y de paso conocer a hermanos de otros pueblos y parroquias.
Que el Señor nos bendiga a todos y nos ayude a prepararnos a vivir una Semana Santa de Fe y amor.